Moneo, ese arquitecto correcto con miedo a que sus obras sobresalgan en exceso, que impacten al espectador no suele arriesgarse... pero el Kursal es su apuesta más llamativa e innovadora y consigue justo lo que deseaba y de la mejor manera posible, la integración total con la ciudad y el entorno.
Dos volúmenes que sobre salen en la costa al igual que los bloques que forman parte del Urumea, que en vez de ser pétreos son translucidos, con esquinas que se desvanecen, con interiores cálidos gracias a la madera de haya, con una distribución en planta impecable, ¡incluso los aparcamientos subterráneos son amplios!
Posiblemente mi meta, mi guía y mi inspiración. ¿Se puede pedir mas a un mismo edificio?
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