Camping

El camping de Lekeitio ( Bizkaia) ha sido mi primera experiencia seria en el mundo del camping, y puedo decir que es francamente deliciosa. Es fantástico sentirse calentito en el saco por las noches, sabiendo que solo te separa una telilla del exterior, mejor aún es la sensación por la mañana, al abrir la tienda y sentir todo el rocío acumulado sobre ella que cae sobre ti. también mola como se simplifica la vida; el salón-comedor se convierte en la una mesa y dos sillas viejas que tenia mi madre del año de la pera, una nevera naranja en la portadora del fin de las discusiones provocadas por la hambruna, la linterna se enciende y se apaga cada dos por tres (igual que una disco), y el toledo te lleva a donde quieras... eso sí siempre cubierto de una gruesa capa de mierda acumulada durante 10 días...

Ahora solo tengo ganas de repetir la experiencia, eso sí, con un camping-gas (para disfrutar de comida caliente, uhmmm) y con mas litros en el deposito y llegar hasta Italia, Croacia, Grecia...