martes, 18 de septiembre de 2007

Antonio López García



Este pintor manchego a despertado en mi mayor inspiración y respeto que el mismísimo Guernika, el pasado viernes cuando visite por primera vez el Reina Sofia. Su hiperrealismo es una meta inalcanzable con la que sueño cada vez que me pongo a dibujar.



"Una obra nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades". Con estas palabras Antonio López resume su particular modo de acercamiento al objeto a pintar. Sus cuadros se desarrollan a lo largo varios años, décadas en ocasiones, con una plasmación lenta, meditada, destilando con cada pincelada la esencia del objeto o paisaje, hasta que que el artista consigue plasmar la esencia del mismo en el lienzo. El pintor busca entre la realidad que le rodea aquellos aspectos cotidianos, que el recoge con un tratamiento pleno de detallismo, rozando lo fotográfico. Sus preferencias van desde las vistas de Madrid hasta los retratos de sus familiares, pasando por los objetos más cotidianos y cercanos.

A lo largo de la mayor parte de su carrera artística, Antonio López ha desarrollado una obra independiente, en medio de un panorama artístico estructurado en base al informalismo y la abstracción. Tampoco parece tarea fácil vincular la obra de López con las tendencias realistas europeas más recientes, o con el hiperrealismo americano.

1 comentario:

Unknown dijo...

Lo descubri el verano pasado, flipe cn el cuadro en el q sale un escaparate de una peluqueria...no recuerdo el titulo..aun fijandote sigues pensando q es una fotografia...